No sé si les pasa pero ¿desconfían
cada tanto de la literatura y de su poder de transformación?
A veces pasan los días y estás absorbida
por distintas tareas, nada extraordinario, vas de tu casa al trabajo, estudiás
a la tarde, en la escuela los chicos se pegan y se portan re mal, y mirás un
poco de televisión o una película, y te visita un amigo o salís a la noche. Y
aunque la literatura está en todas partes y lees siempre en el colectivo y en
esos momentos libres, empezás a descofiar y querés escribir y no te sale nada y
te sentís una fracasada, como si algo mucho más grande te hubiera derrotado. Hasta
que un día, lees algo que es como una revelación o un amigo con el que
compartís la misma obsesión te dice algo positivo e inteligente, y volvés a
confiar en ese modo de percibir y en las imágenes que nos rodean, y todo vuelve
a cobrar sentido. De la misma manera, la tarea de trasmitir esa obsesión se
vuelve necesaria, digo, dando clases, y ves que provoca distintos efectos en
los demás y decís: qué bien, qué bien. Hace unos meses, un amigo, creyó en el
poder de la poesía y agarró un montón de textos que yo tenía, eran muchos y
todo escrito desde el caos y desde esta sensación de derrota, y los transformó
en este librito que está por salir. Por eso le agradezco a él, que es un poeta
y un lector enorme, y a todos mis amigos que posibilitan que la vela de la poesía nunca se
apague.