martes, 30 de mayo de 2017

30 de mayo de 2017

Ayer soñé con una relación larga que tuve, hace varios años ya. En el sueño estábamos en la casa de la familia de mi ex. Como siempre, la madre era una persona desconocida de la calle y creo que estaba limpiando el baño. Era como la situación típica, luego de tener sexo te presentás en el comedor de la casa familiar y todo es más o menos incómodo. Había tristeza en el aire. En un momento este chico me decía: “Si sos una puta, quién va a leer tu poesía?” Yo estaba apoyada en un calefactor y me iba llorando a tomar el colectivo.
Siempre detesté a las familias de los novios, nunca quise ser amiga. De adolescente, cuando llegaba alguien a la casa de mi novio, me escapaba por la ventana y después me negaba a ir a cenar. Siempre nos citábamos en un lugar al que llamábamos “la casucha”, esos lugares que tienen la máquina de cortar pasto y herramientas.  Me daba mucho odio la familia y la pretensión de armar una familia más grande “con todos”.
Con los otros novios no fue muy diferente. Hacía algo muy extraño que era esconderme en su habitación a leer y a mirar canales de cable. Jamás salíamos de la habitación y comíamos ahí escondidos de todo el mundo.  La madre nos golpeaba la puerta en invierno y mi novio de ese momento traía platos humeantes.

Estoy tratando de recordar qué fue lo que me dijo ese día.  Claramente era algo que tenía que ver con una idea: que leían mis poemas para intentar coger o una pavada así. 

sábado, 27 de mayo de 2017

26 de mayo de 2017



Ayer fui a visitar a mi abuela. La puerta estaba abierta y cuando entré ella estaba sobre la cama. 
Tenía una mueca rara y por momento pensé que estaba muerta. 
En la casa había un olor muy fuerte a algo ácido y tóxico. Abrí las ventanas y las puertas y comencé a gritar hasta que se levantó. Le pregunté qué era ese olor y me dijo que a la mañana le había parecido buena idea limpiar los azulejos antiguos con ácido. Le dije que me parecía una locura, que usara lavandina. Al asomarme por la ventana vi también que la planta de oreja de elefante estaba mutilada y cuando le pregunté qué había pasado me dijo que el día anterior había salido con un cuchillo, de esos de cocina, y la había cortado toda porque no le dejaba pasar la luz. Mi abuela tiene 80 años y nunca nos llevamos del todo bien, pero ahora me da mucha ternura ir una vez por semana a su casa. Ella tiene un carácter difícil porque vivió 20 años sola en el campo y de repente puede hacer cosas peligrosas, como andar para todos lados con un cuchillo por si entra alguien. Lo que más me fascina de ir a verla es algo que descubrí hace muy poco, me da un poco de pena no haberlo valorado antes. Ella cuenta historias de un modo muy atrapante, además tiene muchas porque fue militante del pc y tuvo muchos novios. Usa un lenguaje muy preciso y me quedo muchas horas escuchando, porque además mientras cuenta, inventa y dice cosas que no son. Ayer me dijo que Fidel Castro le había sacado un montón de plata a Maradona y que a Maradona no le importaba mientras le dejaran usar el traje verde, para parecer revolucionario. Me dijo un montón de barbaridades y después me mostró un saco rojo que me está tejiendo. Se nota que lo hace como puede porque no ve mucho y le quedan varios agujeros, igual le dije que estaba divino y que le sale muy bien. Me cuenta que duerme todo el día, no entiende por qué pero se duerme y pueden pasar 13 horas. La miro bien y  es como que cierta gente muy anciana ya está en otro tiempo. No está en la vida y tampoco en la muerte, pero tienen algo de muerte en la cara y un poco en la actitud. Siento un poco cuando me habla que ella no es real y que es como una entidad del más allá, hasta que se hace la hora, la saludo con un beso y le cierro la puerta de madera.

jueves, 25 de mayo de 2017

quién me ayuda



Hace algunos días escribí un texto sobre El campeón existencial de Ana Inés López. Lo leí en un congreso sobre poesía y estuvo bueno porque además de hablar del libro de Ana, hablé de los blogs. Dije ahí que los blogs languidecieron porque ya no sé quién entra a este blog a los blogs en general
A veces creo que nadie, entonces dejé de escribir en blog
Empecé a escribir en unos cuadernitos coquetos que compré en Nueva York
Pero también dejé de escribir ahí porque me trasmitían mucha frialdad
De un momento a otro pasaron los meses y no estaba escribiendo en ningún lado
Tampoco en celular porque viajo muy poco en colectivos
Empecé a sentir terror y comencé  a tuitear todo el día con la esperanza de que eso se transformara en escritura
Pero tampoco pasó
Entonces sin saber muy bien qué hacer escribo este post nuevo
Para ver si se me ocurre una idea
A veces pienso que debe ser por el momento
Decidí que me tenía que recibir y me puse las pilas
Y tengo que leer cosas sin ganas
Pero no puedo decir que dejé por eso.
Quizás antes que termine el año
Deberíamos ir todos a una isla, prender una fogata
Y charlar sobre la escritura
No hay que dejar que pierda el sentido
Estoy dispuesta a no permitirlo jamás
Quién me ayuda?