Estoy en un momento pacífico, como arriba de una ola que va
muy lento y que no choca contra nada. Estoy peleando muy poco y le digo a mis
amigos que no busquen conflictos y que se relajen. En el fondo sé que todo esto
es una mentira porque soy una persona naturalmente violenta que ha revoleado
sillas y que ha pegado cachetadas, pero creo que me calmé bastante. De vez en
cuando peleo, como ayer, cuando la mujer de fedex me dijo por teléfono que mi
carta la tenía un tal Luis Gimenez y que él la había pedido (cosa imposible
porque no conozco a ningún Luis Gimenez). Me decía que mi carta estaba en Piedra Buena
y que la tenía Luis y lo repetía muchísimo. Yo me alteré obviamente y empecé a
gritar y después me di cuenta de lo animal que soy, ¿no puedo controlar esos
impulsos eléctricos de violencia? Sin embargo, me levanto todos los días y digo
“voy a ser buena con todos”. Voy a hacer cenas, voy a invitar a comer a los
demás, darles comida, agasajar, demostrar buenos sentimientos. Voy a leer
muchísimo. Y ahora que pronto me voy de viaje, me tengo que poner a prueba.
Tengo miedo de no adaptarme a las reglas de los otros, o de querer adaptarme y
hacer todo mal, y terminar presa en otro país, que es la peor fantasía que
puede haber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario