La ropa limpia que está tirada en la cómoda se mezcló con la ropa sucia y
formaron una cueva gigante de ropa. Me quiero meter adentro para dormir una
siesta. Los zapatos están tirados por todos lados. Hay manchas de comida y de
café y el módem tiene una capa de tierra gris. Mi mamá me llama a las seis para
contarme que su perro inválido tuvo progresos. Ella siempre llama a las seis
porque dice que es el horario correcto para llamar a una casa. Cuenta que el
perro tiene días buenos y días malos. Hoy estuvo todo el día enojado, dice, nos
mira con bronca. Pienso, de repente, en un inválido cruel y testarudo que odia al planeta.
Me acuerdo de una película española sobre una inválida que le pegaba a su novio
con un bastón en las piernas. Últimamente
me está costando mucho escribir ¿cómo soluciono esa invalidez mental? Y me respondo a mí misma “escribiendo”. El único amigo que me hice en inglés es
adolescente, fanático del animé, y no sabe lo que significa la palabra “beer”.
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