jueves, 26 de diciembre de 2019

Objetivos para este año 2020 (cumplo 30)

Comenzar a interiorizarme en el budismo y comenzar a meditar una vez cada quince días (mayor espiritualidad menos materialismo dialéctico)
Ejercicio físico (al menos una vez por semana salir a correr)
Tranquilizarme con la vida académica y la producción crítica, trabajar a conciencia y con tranquilidad para disfrutar cada segundo
producir pensamiento
comprar un auto que me lleve suavemente por los espacios de esta ciudad
ahorrar para irme de viaje en invierno/ visitar a mechi o a ipi o irme a europa
construir mi casa como espacio armónico, cueva de protección en contra de la sociedad (siempre trabajar en contra de la sociedad y favor de los amigos)
preparar manjares e invitar a comer
volver a teatro los viernes por la noche
usar más la bicicleta
leer siempre y mucho, todos los días
alejarse de lxs cancherxs o de la mala onda
limpieza, sobriedad, ropa lisa, cabello corto, casa aséptica
decir no las veces que sean necesarias no no no no no no
seguir mirando el mundo con extrañamiento y sensualidad
ponderar la fealdad y la pobreza
volver al cuerpo en el cuerpo por el cuerpo
alimentarme bien y sano
transitar angustias sin escándalos sin molestar a lxs demás
preparar clases bellas que las personas recuerden
ejercitar la amabilidad como músculo cerebral, la tolerancia también
no abandonar la crítica
transitar con calma la locura
intentar viajar a brasil, siempre queremos ir y no vamos
buscar la sabiduría sin bajar línea, sin soberbia ni pretensiones, por sobre todas las cosas trabajar para la felicidad a favor y en contra del lenguaje y el arte.

lunes, 16 de diciembre de 2019


Qué lindos que somos
en mi fondo de pantalla
estáticos y hermosos
dos ejemplares
de animales exóticos
exhibidos en una
exposición universal,
congelados por la cámara de
Florencia, una tarde nublada de junio.
Lo que la foto no dice
habíamos estado peleando
unas horas atrás
te eché de mi casa
esa madrugada y no quisiste irte.
Últimamente vivo sobrepasada
y no lo puedo detener
un tren me pasa por
encima cada día
y la piedra que levanto
cae pesadamente después,
la piedra de Sísifo.
A veces me quedo
estática e inmóvil
en mi propia casa
como una de esas imágenes,
algo plana, la realidad
me parece plana también
sin brillo
y eso intuyo
nos destruye un poco
y a todos por igual.
Por eso si pudiéramos
quedarnos un poco como la foto
ni siquiera parece
de esta época,
parecemos adolescentes
aunque tu cara revela una seriedad
que no te caracteriza
como alguien que se
está por casar
de dónde viene esa seriedad?
de qué siglo
proviene?
me pregunto
mientras termino
de escribir este poema
y me preparo para hacer
algo intrascendente
y quizás mirar
la humedad de estas paredes.

martes, 3 de diciembre de 2019

Miro la cortina floreada y caen lágrimas sobre el whatsapp


Recuerdo lo enamorada que estaba de Facundo, mi primer novio. Un día me cortó, lo recuerdo perfectamente. Fue un acontecimiento, un golpe al orgullo. Yo tenía que ir a la escuela y caminé a la madrugada como una autómata entre los autos.
Recuerdo un día en la habitación de Ipi, que estaba frente al mar. Escribí en un papel “Facundo te amo” y lo solté al viento. Pensé que con ese acto de magia iba a volver a mí. Lloré muchísimo. Luego se invirtieron los papeles. Era él el que me venía a buscar a mi casa. Ya no me interesaba. Me parecía alguien feo, patético. Recuerdo que lo miraba desde la ventana de mi pieza como a un extraño “decile que no estoy”. Tenía un sweater de lana azul que me parecía horrible. Su cuerpo demasiado grande, algo alienígena. Luego me fui de vacaciones a la casa de mis primas, conocí otros novios. Volví en otra, todo el día chateando. Un día me citó en el banco de una plaza, quería volver. Le dije que no. "¿Por qué me hiciste esto?" Realmente no sabía por qué. Ahí entendí que el amor era irracional como las palomas, con sus movimientos robóticos, hipnóticos y sus caras estúpidas. Nunca más lo volví a ver. Ahora tiene un hijo y no sé qué más.
Luego con el otro novio fue todavía peor. Un día me dijo puta y me fui furiosa de su casa. Juré que volver con él iba a ser como retroceder en el tiempo. Dejé de atenderle el teléfono y me puse a salir con el que iba a ser mi siguiente novio. Llamaba a todas horas, estaba obsesionado. Luego me obsesioné yo y comencé a llamar. Me decían que no estaba. Lloré algo así como dos días. Un día vino a mi casa y miramos videos que habíamos grabado juntos. También lloró. A veces me hacía historias en mi cabeza pero nunca eran historias de volver a estar juntos. Las cosas iban para adelante. A veces encontraba cartitas entre los libros y lloraba un poco, como se llora a una abuela muerta. Luego me olvidé de las caras, lentamente se construyeron en mi mente como seres abstractos, fantasmales. Ya no puedo recordar nada de mí misma en esas épocas. 

lunes, 2 de diciembre de 2019

me da tristeza pensar que en 1995 todos creían en la utopía de internet
el libre acceso a la cultura
y ver lo que es ahora, un paraíso empresarial
el capitalismo más salvaje de todos mostrando mercancías sin límite de horarios
hoy inventé que me había quebrado el tobillo
me enojé con mi amiga ipi porque no me puede invitar a hawaii
así que estaré en hawaii en la mente
puedo morirme sin conocer hawaii

domingo, 1 de diciembre de 2019

Leí un cuento de Lucía Berlín tristísimo sobre una madre que te maltrata y te desprecia
Es domingo 1 de diciembre y estoy corrigiendo un libro de milton que se llama práctico del perro ya muerto y de vez en cuando veo fragmentos de The Bronte sisters, una película de los 70 en la que trabaja una actriz que me gusta mucho que se llama Isabelle Huppert. Ella siempre me parece lo más.
En un rato tengo que ir a la casa de Victoria Ocampo porque me invitaron a la presentación de un libro. Las casas de Victoria Ocampo y de Silvina quedan cerca de mi casa. Hoy fui a correr por ahí y el martes tendré que ir a trabajar también ahí. En parte siento un misterio porque vivimos sobre la misma calle (arenales), solo que ellas viven en la parte adinerada y yo en la parte proletaria (cuando cambia de nombre). Por otro lado no hay ningún misterio y ellas ya no viven ahí, sino que están muertas hace muchos años. Es un día un poco triste. Compré un ramo de flores. Es evidente que la escritura te comunica con los espíritus, quisiera leer algo sobre eso.