lunes, 21 de marzo de 2022

una de Fassbinder

 

Cuando mi abuela murió

encontramos entre sus cosas

una película 18 milímetros

que jamás nadie había visto,

pasó mucho tiempo

hasta que encontré

cómo reproducirla.

Un domingo a la noche

un amigo coleccionista

que tiene un ciclo de cine alemán

la pasó.

Fue minutos antes de que pasaran

Lola de Fassbinder.

Es la historia de una puta

que se enamora de un

funcionario público

después de la guerra,

Bah, decir que se enamora

es querer contar la película

demasiado rápido

querer pasar por este poema

demasiado rápido,

decir que se enamora

no se ajusta

a la verdad de los hechos.

Por otro lado,

la película de mi abuela

era en realidad

una publicidad

del restaurante

en el que trabajaba

en los setenta.

En el film

podían verse una serie de platos,

carteles de neón

que decían

“mesón español”

y “fortín la mancha”

No entrar en estos

detalles

es querer

pasar por el poema demasiado

rápido, pasar por la vida

demasiado rápido

como sin ver.

También grababan

al dueño del restaurante

(su amante durante mucho tiempo)

con el que engañó

a mi abuelo

hasta que lo dejó

por el otro,

como Lola 

y del que estuvo

verdaderamente enamorada

(recorrieron el país

en una casa rodante, con una caja

de whisky en el baúl).

Recuperar esa historia

es un misterio,

ella no aparece en la película

pero cuando filman

las instalaciones de la

cocina

veo su cara dos segundos,

el vestido floreado,

el rodete tirante y los ojos claros,

muy claros

parecidos a los míos

pero más claros

aunque también podría ser

cualquier otra.

Los muebles del restaurante

estuvieron mucho tiempo

en mi casa

cuando el lugar se vino a pique

durante el rodrigazo,

cerraron sus puertas

pero nos quedamos

con los fragmentos.