martes, 24 de marzo de 2020

cuando pase todo esto voy a tirarme en el pastito de la plaza mitre a observar a los caranchos
cuando pase todo esto voy a salir a bailar a un bar muy feo de mar del plata
hasta las cinco de la mañana o seis
voy a bailar como si no hubiera mañana
cuando pase todo esto voy a pintar mi casa, la pared de la cocina color rosado y el resto de las maderas con acrílico blanco
yo sé que me va a costar pero lo haré
Cuando pase todo esto, voy a agarrar los ahorros que tengo y me voy a alquilar una cabaña en una isla de Tigre

martes, 17 de marzo de 2020

Suena cosmic vibrations de Foxygen
es 17 de marzo del año 2020
luces de led que me regalaron
verdes rosadas giran en el techo
una pequeña bola de boliche
que se adapta como una lamparita
fabricada en china
todo lo que está fabricado en china
volverá a china
o viajará como nosferatu
con la peste a cuestas
bajará de unos barcos
que se convertirán en discotecas.



miércoles, 4 de marzo de 2020

Adiós escuela secundaria

Preparo mis últimas clases para la escuela secundaria porque me despido de ella por cinco años.

Adiós adiós escuela secundaria!

Como empecé a trabajar en la escuela secundaria a los 20 años o 19, realmente puedo decir que estoy en la escuela secundaria hace muchísimo tiempo.
En realidad, hice tres años de secundaria aunque en esa época se llamaba polimodal.

A los 17 entré inmediatamente a dos carreras: Letras y Sociología. Pretendía hacer las dos al mismo tiempo y pronto me di cuenta de que esto no era posible.
Así que me quedé con Letras porque me había hecho más amigos ahí.
El primer año mis amigos nuevos dejaron la facultad y yo seguí sola y sin amigos. Me fue bastante mal en el primer año, menos en Introducción a la literatura y Taller. Me acuerdo el día del primer parcial en el que tomaban El circulo de Praga y yo le decía a mis compañeros que no hablen porque me iba a olvidar lo estudiado.
Nos refugiábamos todo el día en las vías y comíamos merenguitos con Mercedes, una amiga que me hice en primer año y que sigue siendo mi amiga hasta el día de hoy.
Mi amiga Mercedes militaba y una vez me llevó a una reunión en la que todos estaban comiendo guiso. No me gustó. Los varones tomaban la palabra y se hacían mucho los cancheros y las conversaciones me parecían poco interesantes. Hablaban si los del otro partido los miraban mal o si les habían robado la mesita o arrancado un cartel.

Luego, mis amigos dejaron y quedé sola. En el segundo año me puse las pilas y me di cuenta de que esto era recompensado con mejores notas.
En esa época vivía con mi familia y me daban 10 pesos por día y con eso me alcanzaba para el colectivo, un café y las fotocopias.
En Letras pedían muchas fotocopias.
Luego mi papá se volvió reticente con el dinero, y eso me generaba muchos problemas y decidí que la solución era buscar un trabajo.
Además mi papá me decía "es necesario que te busques la vida porque ya sos mayor de edad". A mi hermano nunca le dijeron esto.

Trabajé dos veranos como camarera y con ese dinero me compré una computadora Acer y me fui a de vacaciones a Gualeguaychú con mi amiga Candela. También le compré un perfume importado a una gitana aunque creo que en realidad era falso.
Al tercer verano pedí aumento de sueldo porque la verdad es que tenía muchas otras ocupaciones en el bar: le pagaba a los proveedores, controlaba la cantidad de cervezas, manejaba la caja fuerte.
Tenía sus cosas buenas, como por ejemplo, tomar licuados, poner la música que me gustaba y regalar café a mis amigos.
Además, al empleado de la noche que era varón y hacía lo mismo y hasta menos era recompensado con más plata.
El dueño se negó y me dijo que no le daban los costos pero que si trabajaba otro verano me iba a poder comprar un fiat 147.

Muy enojada renuncié a ese trabajo y a la posibilidad de tener un 147. También hice muchas cuentas y me di cuenta de que ese tipo de trabajos me iban a robar la vida y no se justificaba.

Al siguiente año me encontraba deprimida y sin plata pero comenzaron a llegarme ofertas: ¡Realizar suplencias!

Hice varias suplencias en la secundaria y al principio fue difícil pero ya me sentía una adulta en parte.
Luego me llamaron a una entrevista en un colegio lejano. No encontraban profesor.
Tuve la entrevista e inmediatamente me dieron las horas.
¡Mis primeras horas titulares!
Ese año entré a trabajar con mucho entusiasmo y di un montón de textos y novelas. Entre ellas les hice leer una novela de César Aira y esto causó mucho revuelo. Se fueron a quejar los padres con el director y a mí me hicieron un acta. El director me llamó por teléfono enojado y me gritó "¡Quién es César Aira!". El director luego me dijo que los padres temían que yo fuera lesbiana o que los transformara en homosexuales con la literatura. Fue algo muy loco pero pasó.

De ahí no paré y trabajé trabajé un montón y a los 21 me fui de mi casa y seguí trabajando y luego gané una ayudantía como alumna en la facultad y también una beca.

Era el primer gobierno de Cristina y nos quejábamos pero se podía vivir con poco dinero. También hicimos una editorial con mi amigo Matías y mi amiga Florencia. Todo el día obsesionados con la poesía norteamericana y con la poesía en general.
En el primer año nos habíamos leído todos los diarios de poesía y un montón de cosas pero fuera de la facultad. Ahí comprendimos que la facultad no enseñaba tanto...

Bueno y ahora 2020 me dieron otra beca que me obliga a dejar la escuela secundaria. La voy a extrañar un poco pero ya era hora de cambiar de trabajo.

Fin