miércoles, 19 de febrero de 2014

Hace una semana me enteré de que quizás en marzo caiga un asteroide. Un amigo me dijo que vio en el cielo un rayo vertical que formaba un arcoiris. Le sacó fotos con el celular y me las mostró. Los dos pensamos que la foto es del asteroide que nos está acechando de a poco. Sí, sabemos que el fin del mundo va a llegar en cualquier momento pero no sabemos qué hacer con nuestro tiempo. Se me había ocurrido dejar de trabajar y de estudiar, pero no es una solución. Algún día, cuando nuestra civilización esté sepultada por un asteroide gigante, alguien de otro planeta va a encontrar ésta y otras computadoras entre las rocas. Cuando descubran el modo de entender nuestro lenguaje, van a leer miles de relatos autobiográficos como éste y quizás entiendan algo de nuestras vidas.

miércoles, 12 de febrero de 2014

12/02/2014 14:29:15 De como empezamos a hacer cosas

Hace muchos años viajé a Coronel Pringles con Mario, Chichi, Nico, Mechi, Samorano, Joaquín, y Pablito Montoya. Creo que no me olvido de nadie. En ese viaje la pasamos re bien porque fuimos a un encuentro que organizaba Arturo Carrera que se llamaba Indio Rico. Una noche dormí sola en medio del campo, y otro día Pablito Montoya encontró 100 pesos tirados y con eso hizo un asado para todos. También había pibes de Bahía pero recién los conocí más adelante. La pasamos re bien y filmamos un corto horrible sobre una araña que está en youtube. Ese año hicimos un encuentro de estudiantes de letras muy feo y vino mucha gente de las provincias. Yo tenía 17. Repartimos milanesas gratis y nos hicimos amigos nuevos pero nunca más los volvimos a ver. Al año siguiente me empecé a juntar con unos pibes, organizamos una asamblea. Ahí estaban Rocki, Agus, Mechi,Gabi, Juan, y más gente. Ese año hicimos una feria del libro independiente y vinieron muchas editoriales. Un grupo de darkis, por ejemplo, presentó un documental sobre ellos mismos ¡hicimos una fiesta y atendimos nuestra propia barra! Organizamos una lectura horrible con unos poetas locales que tomaban cerveza todo el día y flashaban realismo sucio. También leyó un chico centroamericano, y cuando se puso a leer me dio tanta vergüenza ajena que me tomé un taxi y me fui. Al año siguiente, Mati –que ya organizada desde antes el festival de poesía de acá- nos invitó a leer a mí y a Rocki. Después de un año o dos ya lo estábamos organizando juntos. Un verano inventamos una editorial que se llamó Luz mala y editamos el Paterson. Nos juntábamos a leer nuestros poemas, a comer, y a tomar cerveza. Después de eso editamos otras cosas, siempre eran traducciones de poetas norteamericanos. Ahora 2014 con mi amiga Rocki abrimos una nueva editorial, acá en mi casa. Queremos editar poetas y narradores jóvenes. Se nos había ocurrido ponerle “humilde” o “precaria” pero le pusimos “Honesta”. Tenemos poca plata pero buenas intenciones y nuestra idea es editar más de 10 títulos en un año… Aquí las novedades:

martes, 11 de febrero de 2014

Estas son imagenes que tengo en mis descargas. Las quiero subir antes de que alguien me afane la computadora o antes de que abandone definitivamente la precariedad del blog y me haga un tumblr.

viernes, 7 de febrero de 2014

07/02/2014 17:34:27

Hoy me levanté y fui a la librería de enfrente. Me gusta el olor y la limpieza de las librerías. Saqué fotocopias y compré un cuaderno con folios para guardar papeles. La vendedora me preguntó: ¿algo más? Entonces compré dos lápices negros de marca alemana. Cuando estaba cruzando la calle me acordé que me faltaba comprar un sobre papel madera. Volví y pedí el sobre y también compré una tijera marca maped. No pensé en nada. Vi la vitrina de las golosinas pero me abstuve. Salí del local y dije “chau muchas gracias” pero nadie me respondió. El hombre que trabaja en la librería de enfrente siempre tiene mala onda. Se viste igual y es muy parecido físicamente a otro hombre que trabaja en la librería de la facultad. Empiezo a sacar la conclusión de que son hermanos o primos. Ambos trabajan en el mismo rubro, se visten igual, y tienen el mismo carácter. Al medio día mientras almuerzo veo documentales de youtube. Siempre preparo distintos tipos de ensaladas. Hace unas semanas empecé a ver documentales sobre indios: mayas, incas, aztecas. Después empecé a ver documentales sobre la historia de las drogas. Vi un documental sobre un explorador que viajó por Latinoamérica y que vivió con distintas tribus. Comían hongos para establecer contacto con los espíritus de la selva. Me gustaría tener una vida así. Busco los lugares paradisíacos que visita el explorador en Internet y empiezo a pensar de qué modo puedo visitar esos lugares. Guardo una de las imágenes (un volcán enorme y muchas cascadas) y la pongo de fondo de pantalla. A la tarde vino una amiga. Le mostré el fondo de pantalla, le conté del documental, y le dije casi sin pensar que estaba planeando un viaje a la selva de Venezuela. A la noche imaginé que en ese lugar vivían dinosaurios. Es un territorio inaccesible, quizás los dinosaurios estén escondidos en la selva. Cerca del río Orinoco no hay explotación turística. Muchas avionetas que recorren el lugar se pierden y se caen. Hace miles de años que muchas tribus viven ahí sin alterar su modo de vida. Estoy obsesionada con los documentales. Me gusta la manera misteriosa en la que narran las historias y me atrae que todo parezca verdadero. Creo que mi educación consiste en ver documentales. Puedo leer toda la tarde sin retener una oración, sin embargo, no puedo olvidar ningún documental que haya visto.