lunes, 26 de noviembre de 2012


Salí de la cama y me vi puesto un zapato de goma negra; dije: ¿Cómo? ¿Me había acostado con un zapato? Lo quité, y debajo advertí otro zapato de goma negra. Dije: ¿cómo? ¿Dos zapatos, al mismo tiempo, en un pie? Lo quité, y apareció otro zapato. Otro. Y otro. Todos en diversos tonos de negro. Uno, corto y afelpado. Innumerables botines que me sacaba medio incorporada. De sólo ese pie. Con gran destreza y gran lucha. En un clima cinesco y reducido. Aterrada logré pensar en mi hermana –esto es una grave enfermedad-: podría llevarme a un sanatorio. ¡Vana esperanza! No había cura. Lo que me pasa mientras me quitaba más zapatos del mismo pie, no es verdad, sólo parece. Y es muy difícil, sino imposible de curar lo que sólo parece. Al fin simuló anularse todo; anduve por mi habitación en la que había más cosas que antes, una mesa, más roperos; salí por la puerta, no del todo, la misma… hacia la ribera de la selva de Bagladesh, donde volaban tigres con tres metros de longitud, comiéndose a los hombres (tal si fuesen gajos), negros murciélagos que dan a luz en el aire y en colores y dejan sus crías posadas en la nada. Mientras navegan una luna nocturna, pero clarísima. Y la mujer de los ángeles.

Marosa di Giorgio, “Membrillo de Lusana”.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Iuujuu
dinero dinero, quiero tu sucio dinero

25/11/2012 10:58:57

Es muy importante y lo tengo que contar: soñé con Fogwill. En principio estábamos con mis amigas haciendo panqueques. De repente venía Candela y se comía todo. Yo me enojaba porque ella no había ayudado en nada  y me parecía una falta de respeto. Después su novio decía que estaba cansado de las marcas de gaseosas argentinas y se quejaba de que no podía conseguir otras marcas que no fueran Pepsi y Coca-cola. Yo les decía que conocía un bar en el que vendían Inca cola. Entonces todos nos dirigíamos para allá. Ellos en auto y una amiga y yo caminando. Cuando llegábamos (obviamente ellos habían tomado la delantera) ya habían pedido lo que iban a comer y no nos habían esperado. Esta vez me enojaba muchísimo y le gritaba a Candela en el medio del bar. Ella lloraba y yo me iba dando un portazo. Por la calle (creo que era Alem) pasaba Fogwill en un falcon destartalado con una modelo joven y muy linda de la tele. Ese día me enteraba por televisión que Fogwill se había tirado con el auto y todo por la escollera de Mar del Plata. Al rato estábamos todos viajando por la ruta hacia un viñedo de Córdoba y era un día muy hermoso. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012


22/11/2012 1:07:25


Si el whisky no fuera tan fuerte y si de chica no me hubieran arrestado como lo hicieron, por tomar en la calle, me tomaría en este momento, sí justo en este momento, un whisky con un hielo. Incorporaría en este momento muchos vicios a la vez ¿la razón? porque sí. Porque mi mamá es la persona más sana del universo y desea imponernos a todos una dictadura de gente sana. Eso no lo puedo tolerar. Tampoco, que ella y otras personas, quieran ir en contra de la gente que acumula basura, y tiren las cosas que ya no sirven. Me encanta que las cosas se rompan y dejarlas ahí, cosas que se transforman en basura, pero que a la vez tienen una relación con su espacio y no deben ser movidas de su lugar de origen, televisores, minicomponentes, papeles amarillos. Cuando era chica tenía un altillo con un montón de basura y era lo más. 

sábado, 17 de noviembre de 2012


libros que tengo que comprar:

iosi havilio "Paradiso"

proximidad del amor tracy emin

Judith Butler

Eve Kosofsky

Beatriz Preciado

Breve Historia de la Literatura Argentina,  Martín Prieto

Kjell Askildsen

lydia davis

Carson McCullers

Erskine Preston Caldwell

la biografía de galimberti de larraquy y caballero

jueves, 15 de noviembre de 2012


15/11/2012 11:03:53 lava su carita con agua y jabón

Hoy descubrí lo mucho que me gusta lavar la ropa (cuando es sencillo mediante un lavarropas automático) sino no, ni a patadas. R dijo: dale dame la ropa que la pongo a lavar. Dije: Nooo! esa es una tarea mía!  Pienso en todo ese padecimiento junto, mi abuela con diez hijos lavando con un lavarropas semi-automático al rayo del sol, tendiendo ropa, todas sus tardes y sus días con el delantal puesto ¡eso se acabó! Esta mañana, ya en el lavadero, comprobé la densidad del jabón líquido, el suavizante que en los chinos cuesta sólo cuatro pesos. Es increíble ver este producto en las góndolas que no ha sido tocado por la inflación. Mi mamá, cuando me veía llorar por cosas sin sentido, como una remera, un viaje, o un chico, me decía “Flavia, lo importante en esta vida son las pequeñas cosas”. La verdad nunca me había dado cuenta de “las pequeñas cosas” hasta esta mañana, estoy muy contenta por este descubrimiento, quisiera nadar en una pileta de suavizante y jabón líquido. 

lunes, 12 de noviembre de 2012




12/11/2012 16:50:14

En un minuto fui y vine de la facultad
caminé diez cuadras por los jardines
de la gente jubilada
nunca voy a tener jardines como estos
porque son muy caros
y necesitan mucha dedicación.
Diez cuadras y medité si comerme un helado o no
llegué y pasé blem por la superficie de los muebles
En un minuto me sentí compenetrada en eso
como si fuera lo más importante del universo
colgué ropa y puse los repasadores a lavar
Y me pregunto
¿Cuándo me convertí
en una persona doméstica?
En un minuto prendí la computadora
Me acosté en la cama
y agarré los libros para la siesta:
primero publicar
después escribir 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Juan Brando me pasó recién esta cita

"Si el mundo no está de acuerdo conmigo me es completamente indiferente. Vivo perfectamente en Suiza, me divierto solo, y si a nadie le gustan mis libros me gustan a mí. No conozco nada mejor que estar en mi biblioteca, y si hago algún descubrimiento en mis libros es maravilloso. No puedo decir que tenga una psicología freudiana porque nunca tuve dificultades con relación a mis deseos. Cuando era niño vivía en el campo y tomaba las cosas de una manera muy natural, y las cosas naturales y no naturales de las que Freud habla no me interesaban." (Jung)



México D.f

La arena empezó a volarse y aparecieron dos mexicanos adelante mío y me dijeron si quería alquilar un bote.
Yo les pregunté cuanto salía, y me respondieron que cincuenta pesos.
-yo tengo diez nada más –les dije-.
-no importa, te llevamos igual.

Salimos en el bote.
Uno de los mexicanos era rubio clarito y empezamos a navegar por el delta.
Desde los cinco años que no venía al delta.
La razón de porque estaba ahí, era que me había peleado con mi novio Mariano que vive en Ensenada en lo de sus abuelos. Me tomé el colectivo equivocado y aparecí en el río.
El día era uno de esos bien azules.
-Aquí –me decía el mexicano rubio- tienen un río en el que se pueden bañar, todo muy natural, hasta se puede venir a cazar.
-Si, yo vine a los cinco años, después nunca más. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
-eso, eso –dijo que el otro mexicano que hasta el momento no había hablado-.

De pronto oímos unos gritos que venían de un islote cercano. Michael se acercó con el bote.
Una chica pedía ayuda.
-¿Qué te sucede estás bien?
-no. mi papá se fue con la lancha hace dos días, como no volvió no tengo comida, solamente mate. Estoy gritando acá afuera hace dos horas y nadie escucha.
-Bueno –dije yo- ¿querés subir?
-si les agradecería.

Una vez que todos nos ubicamos en el bote empezamos a andar devuelta.
Ya estaba oscureciendo. El bote se detuvo con un temblor.
-debe ser un yacaré –dijo la chica-.
Yo me asusté porque nunca había visto un yacaré.
-Michael –dijo el mexicano rubio- ¿quieres ver que pasa ahí en el agua?
Michael asintió con la cabeza y se tiró al río. Se sumergió un rato y salió.
-creo que el yacaré este está mordiendo el bote, voy a tener que buscar un palo, y pegarle para que se vaya.
Yo le di una rama que estaba flotando cerca pero la rechazó.
-¡ésta no sirve wey!, voy a buscar otra.

Entonces vimos que Michael se iba nadando lejos, hasta que no lo vimos más.
-Hubiera traído mate de mi casa si hubiera sabido que nos quedábamos toda la noche acá -dijo la chica-.
Yo no sabía que hacer. Quizás Michael había hecho bien en irse. ¿Qué íbamos a hacer toda la noche?

Estaba amaneciendo en el delta cuando el bote se desatascó y volvió a moverse. El mexicano rubio comenzó a remar hacia la orilla y todos permanecimos callados.
Cuando estábamos por llegar al muelle nos cruzamos con un barco catamarán.
El mexicano que se había ido nadando estaba ahí.
Se hizo el que no nos veía y traía puestos unos anteojos de sol.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La mente del poeta es como un hilo de platino

07/11/2012 16:27:35

Rodrigo se fue y volvió varias veces en el día y siempre cuando entraba yo estaba sentada en la misma silla tratando de escribir un trabajo, en realidad estoy leyendo blogs y tumblrs y me gustó mucho un poema, ya me olvidé de quien es, que decía algo de un genio de la lámpara y los deseos de las personas. Si yo tuviera que pedir tres deseos pediría: 1) una almohada más cómoda 2) qué la comida fuera gratis y que te la trajeran a tu casa 3) que me sirvieran sushi de acá hasta que muera de vieja. Hay un deseo más íntimo y es el mejor de todos. Cuando tenía nueve años estaba siempre sola en mi casa, y a las dos de la tarde venía del colegio, me servía un plato con galletitas terrabusi, un vaso de leche blanca y me sentaba a mirar ocho horas diarias de televisión. Todo el día esperaba ese momento. Mi programa favorito era Entertainment, la vida trágica y de excesos de los famosos, como por ejemplo la vida misteriosa de Linda Blair (la nena que interpretó al exorcista). Pero el programa que de verdad me hacía alucinar era el reloj de bernardo, que lo daban por dicovery kids. Era un niño inglés que tenía un reloj mágico con el que podía detener el tiempo. La única truchada era que lo tenía que usar de modo correcto y honesto, por ejemplo, no podía estafar a alguien porque se lo quitaban. Me daba odio su honestidad y pensaba en todas las cosas ilegales que podría hacer con un reloj como ese, en realidad lo sigo pensando: lo que más quisiera es el reloj de Bernardo así podría organizarme mejor.

lunes, 5 de noviembre de 2012



05/11/2012 21:59:58 

No hay tiempo de leer todo lo que quiero leer
100 blogs por segundo
50 tumblr  
Necesito que me regalen días de 48 horas
O me hubiera gustado lo siguiente:
haber nacido en una familia hippie
que se hubiera ido a vivir al sur
a fabricar mermeladas artesanales
trabajaría haciendo mermeladas
de frutos de la zona, revolvería ollas
y leería más que ahora
sería más feliz.
mermeladas caseras “los duendecitos”
nadaríamos entre la mermelada y el anonimato
la vida granjera y el alcohol por las noches
junto al fuego del hogar