sábado, 12 de agosto de 2023

ffas

 Temécula, 12 de agosto

Le vengo dando vueltas a la idea de "diario" porque siento que es una palabra que, en este momento, está en todas partes. Y si está en todas partes deja de tener peso, al menos para mí. Al mismo tiempo, creo que una de las cosas que mas me gustan es leer diarios y los he escrito casi toda mi vida. Así que voy a tener que amigarme con la palabra. Hace tres días que llegué a los Angeles. Esto es lo primero que escribo porque solamente estuve con la tesis, con intermitencias. Y la energía para escribir es una, si la gasto ya no vuelve en el día. No es como antes.

Ipi se fue a los caballos. Hoy decidí no acompañarla. Ayer conocimos a un herrero que se llama Don. Bah, Ipi ya lo conocía. Nos recomendó ir a Big Sur y Caramel Bye the See. El lunes nos vamos a San francisco.

En los caballos hay una mujer hostil que no saluda. Se llama Stephanie y tiene un perro desconfiado y agresivo. El primer día que llegué, el perro tuvo un accidente. Se metió entre las patas de un caballo y el caballo lo pisó con todas sus fuerzas. Ayer el perro andaba rengo y con un yeso. Esto le empeoró el caracter. Yo me senté en una silla a escribir mientras ipi alternativamente hace paseo y galope. Después le ayudé con la montura. Ipi le pone protector solar al caballo y desenredante para el pelo. Le pone el ventilador para que no tenga calor. El caballo se llama Caramela.

Ayer conocí un burro rescatado de un matadero, muy amigable. Lo bueno de estar acá es que casi no pienso en mi vida de argentina, en el drama contidiano, las noticias, los muertos por la policía, el avance de la derecha, la confusión ideológica mental que nos atraviesa en este momento. Acá estoy en una clínica de rehabilitación para argentinos. En 2021 me había separado de un novio que terminé odiando y acá terminé por curarme. Ahora también quiero curarme de algunas personas. Creo que lo estoy consiguiendo poco a poco, me meto en este paisaje artificial y me desintegro en él. Tenemos una idea criminal, tirarle huevos a la casa de una ex amiga que vive no muy lejos de acá. 

Cuando teníamos 13 años todo lo solucionabamos tirando huevos como pendejas consentidas que éramos y la mamá de ipi nos decía, bueno,  pueden tirar huevos por el balcón pero solo 6.


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