jueves, 30 de agosto de 2012

La casa propia



Mi novio está comprando los objetos que tendrá su futura casa. Todavía no alquiló ninguna pero se está preparando para el futuro. Mientras tanto yo lo acompaño y sueño con tener la casa propia. Pero la casa que él tendrá no será de los dos, será sólo de él, y a pesar de que me incluye en algunas decisiones (la elección del sillón o de la lámpara) siento que me pone ciertos límites que quieren decir esto: “voy a compartir mi casa con vos cuando yo quiera, y acordate de que va a ser mi casa y no la tuya”. Son los mensajes que se esconden dentro de los mensajes ¿eso significa que me va a poder echar? Sí, significa exactamente eso ¡todos somos tan egoístas!
No importa, pienso. Se puede hacer el canchero con su casa todo lo que quiera. Pero algún día tendré mi casa y no la compartiré con nadie. Me preguntará: ¿puedo ir? Y yo le voy a decir: “No, hoy no. A la noche o cuando no esté tan ocupada”. Voy a llenar la casa de chicas y de tantas plantas que no va a poder pasar y pensará ¿vive en una selva? 

3 comentarios:

  1. "tenés más fantasías inmobiliarias que sexuales",

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  2. Ay...creo que estuve haciendo eso con N. Ahora que lo leo y me identifico me da culpa. En el fondo -lo disimulo- lo que más me gusta de la casa es cuando está él.

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