jueves, 9 de agosto de 2012

Estoy tan pero tan enojada que siento que voy a explotar del enojo. Si no hiciera tanto frío y si no fueran las 12:30 de la noche saldría corriendo sin rumbo fijo para descargar toda esta bronca que tengo. Podría correr, pararme en el medio de un campo y gritar con todas mis fuerzas. Pero no puedo porque me asaltarían o violarían en el camino. Y esto es lo que más me molesta: odiarte es lo mismo que odiarme, como si fuéramos la misma persona ¡qué desperdicio!
Mañana se me pasa.


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