sábado, 4 de agosto de 2012



Hoy mi mamá me enseñó a hacer matambre. Es muy fácil. Se le pone el relleno, que puede ser huevo, tomate, ajo y perejil;  en realidad lleva lo que vos quieras, después se enrolla y se cose como una media. Se pone a hervir con un caldito y algo de vinagre.  “Un día vas a aprender a hacer tus propios matambres”, dice.
Mis preguntas son: ¿Aprenderé a hacer mis propios matambres? ¿sabré elegir la carne tierna de las demás carnes en la carnicería? ¿podré aprender las clasificaciones de la carne sin ponerme nerviosa frente al carnicero? Cuál es peceto o cuál es colita de cuadril. No entiendo las diferencias y temo que el carnicero me engañe y me dé cualquier cosa. Es posible que me cobren de más en todos lados. Nadie se toma en serio comprar, pero es un asunto muy serio, estoy convencida de que es necesario ser sabio y tomar buenas decisiones en el almacén o en la verdulería. Hay mucha gente dispuesta a que te equivoques para quedarse con tu dinero. Sobretodo los chinos. Siempre quieren quedarse con el vuelto y darte caramelos a cambio. Si pensás que un chino es igual a un japonés estás equivocado. Otra cosa, las chicas chinas del súper, están siempre vestidas excelente: camperas de cuero violetas, botas que parecen de víbora, vestidos plateados. Es evidente que esa ropa acá no se vende y que se la mandan a traer de China. Parecen estrellas pop mexicanas. 

1 comentario:

  1. uy siempre pensé lo mismo sobre las cajeras de los chinos. que onda con su ropa? la traen toda de china? por que se ponen esas mangas sobre los sacos y camperas? son seres rarisimos

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