martes, 3 de julio de 2012


 Ayer leímos con mi amiga en una revista que el pingüino es el único animal que ejerce la prostitución: Recibe piedras a cambio de sexo.
Me llamó Candela desde Albuquerque. Dice que la gente de ese lugar no le cae bien porque son muy conservadores, y tienen camionetas con pedazos de animales.
 Todo el tiempo, y mientras dormía en los hoteles del lugar, pensaba que la iban a asesinar con una motosierra. Eso, le dije, es culpa del cine, porque el cine te mete esas ideas, te confunde. Yo desde que vi Prometeo, pienso que lo que sucede en la película es verdad o posible.
Le pregunté: ¿viste a algún pobre?
Me dice que no, que no hay ningún pobre y que nadie le pidió monedas, pero que vio trabajo precarizado y se hizo amiga de unos mexicanos que cortan el pasto en un parque, pero que pobres ninguno. No lo puede creer, entonces el novio la va a llevar para que vea pobres a los Angeles. Pero esos, le dije, no son pobres, son linyeras y están en la calle porque les gusta. También me va a traer un levis, porque allá valen nada, te los regalan, todo es casi gratis, la comida es accesible, la carne no tiene gusto a carne, siempre tiene gusto a otra cosa. 

1 comentario:

  1. no me gustó prometeo, es como aliens pero más trucha ¿por la mina estaba embrzada de un pulpo?
    te sale re bien lo autobiografico, sigue teniendo esas imagenes hermosas que tenian tus cuentos

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