28/09/2012
11:20:57 a.m.
Recién
viajaba en el colectivo con un montón de mamás adolescentes que iban a visitar
a sus maridos a la cárcel, iban riendo y amamantando a sus bebes y quise
compartir su felicidad. En un rato me voy de vacaciones. Dos cosas vi esta
mañana que me llamaron la atención: una paloma sin cabeza, y un camión lleno de
huesos de vaca.
Lo bueno es
que pronto voy a sacar mi primer libro por la editorial sacate el saquito de
Luciana Caamaño, que es una editorial genial genial. El libro tiene tres
partes: los primeros poemas se llaman museo local y los escribí a los 18 en
santa fé. La segunda parte la escribí a los 20 en Gualeguaychu, fue en la época
en la que había leído Gambarotta, me había martillado la cabeza, y me copiaba
abiertamente de él pero no me salía. La última parte se llama monumento y está
basado en la vida de chico heavy metal también de Santa Fe. Los poemas que más me
gustan son los de Gualeguaychu porque era un momento de mucha libertad, y
escribía en la mesa del camping sin parar como un autómata. Además estaba con
mi mejor amiga, la que no me da trabajo y no me pelea. Ahora va a tener un bebé
y estoy muy celosa, por eso recuerdo esos días como los más felices. Como
consecuencia de todo esto, el bebé se va a llamar Úrsula o Blancanieves, un
nombre que representa nuestra infancia y las películas de disney.
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