viernes, 30 de enero de 2015

Cuando era chica me encerraba en mi cuarto para escuchar música. Mi canción preferida era Never ending story. Me la sabía de memoria, cerraba los ojos, me tiraba al piso, y entraba en un éxtasis absoluto. Para mí no era sólo una canción, era un poder.


No hay comentarios:

Publicar un comentario