En una fiesta de casi
famosos
mendigando copas de vino
con mi amiga
bailamos así
agitando en el aire
el dedo índice,
damos tantas vueltas
que le tiramos las copas
a los que están al lado
y nos bardean
pero no los escuchamos
estamos en la capsula del
baile loco,
de repente,
mi amiga reconoce a un
famoso
lo saluda a los gritos
él apenas nos mira
y sigue desfilando
con su camisa de palmeras.
Los actores de la televisión
y los músicos están sobrevalorados, pienso
aunque no puedo fundamentar este pensamiento
que se queda ahí, como
flotando.
Un poco después
fumamos
discutimos con un viejo
que nos sigue por todo el
boliche
como una mascota
dice que le gusta el
policial negro
también me cuenta
que está escribiendo una
novela
sobre La Pampa
es surrealista, dice
yo media borracha hablo
de la importancia de los
clásicos
empiezo con una especie de
discurso
que se pone cada vez más
raro
no sé
de dónde saco tantas
palabras
todo es muy vertiginoso
hasta que estamos afuera
en medio de un temporal
caminando del brazo
apenas nos mantenemos en
pie
digo
no lo puedo creer
todavía es de noche
y el mar choca
violentamente
contra las rocas.