Festejábamos el cumple de A. Se había teñido de platinado y había mucha gente pero yo no había llevado regalo. Entonces insistía para comprar unas empanadas o dos kilos de helado (como regalo). Había una atracción en el patio estrellado. Una pelota gigante que volaba y hacía luces. Una mujer en la barra te servía fernet.
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