martes, 30 de junio de 2015
jueves, 25 de junio de 2015
UN POST DEL 2014
Este es un post del 2014 que vuelve y se llamó en su momento "Mujeres raras". Yo ahora le pondría "Mujeres malas"
Ayer en la fiesta hablamos con flor c y con lula de las mujeres raras ¿por qué hay tantas mujeres raras que están en contra de las mujeres? ¿Por qué hay mujeres raras que se hacen las amigas y después hacen cosas raras en contra de la amistad? ¿Esas mujeres están en contra de las mujeres o cómo viene la mano? Aunque esto no tiene mucho que ver con la literatura me parece que hay que plantearlo. Hacer, por ejemplo, una campaña en contra de las mujeres raras o traicioneras que están en contra de los valores de la amistad y que actúan de modo competitivo, engañoso o poco honesto.
¡Mujeres, tiremos para el mismo lado pongámonos las pilas de una vez por todas
viernes, 19 de junio de 2015
Cuando
era adolescente y me peleaba con mi familia o algún novio, que era casi como
todo el tiempo porque me había empeñado en establecer una guerra constante, me
iba a llorar a un pino gigante que está todavía en el parque de mi casa. Es
algo tonto, pero me abrazaba al pino y lloraba. No quería resignarme a perder.
En invierno imaginaba que dentro del pino vivían un montón de duendes y que sería
lindo vivir con ellos, resguardada de la realidad. Ahora que vivo en un
departamento extraño mucho a este pino y a la naturaleza como consuelo o como
estado anímico. Me gusta la ciudad pero siento que el campo te fortalece,
porque te hace más rústico y te da una sabiduría distinta. Lástima que para
obtener más de eso haya que quedarse.
lunes, 15 de junio de 2015
Éramos punk sin saberlo
Éramos punk sin saberlo. Tirábamos huevos en los edificios
de lujo. Arruinábamos fiestas. Éramos
perseguidas por motos. Nos escondíamos adentro de plantas. Pedíamos taxis y no
los pagábamos. Nos poníamos chicle en el pelo. Nos tirábamos raid. Tirábamos
macetas por el balcón. Andábamos a caballo a toda velocidad.
sábado, 13 de junio de 2015
Hollywood
En julio me voy a California porque mi mejor amiga se casa.
Como siempre fui pobre es la primera vez que viajo en avión, y todos los días
imagino que el avión se va estrellar o que se va a caer en la cordillera como
viven y yo voy a sobrevivir comiendo carne humana y haciendo cuevas en la nieve.
Imagino que el avión va a aterrizar en el océano pacífico por un desperfecto
técnico y pienso que mi pasaporte va a flotar y que un pez se va a comer la
visa que tanto trabajo costó. Tengo tanto miedo que todos los días les pregunto
a mis amigos cómo es viajar en avión y si da vértigo y si dan comida y cómo es
el baño. Ya están todos hartos. Me siento un poco pajuerana o también como un
mono exótico que lo sacan de su habitat natural y lo llevan a la puerta de un
gran imperio custodiado por un guardia de seguridad, que tiene la cara del
hombre que me dio la visa. Él decide si estoy autorizada a pasar y su palabra
favorita es NO. Otra cosa que se me ocurrió es ir a Hollywood para intentar
conseguir trabajo de asistente de artistas, manejar limusinas, o cuidar mansiones.
Sería hermoso cuidar la mansión de un famoso que vive de vacaciones, o
hacer pequeños atentados invisibles, como romper un pedacito del cartel que
dice Hollywood.
viernes, 12 de junio de 2015
miércoles, 10 de junio de 2015
Hace ya un año salió mi librito por esta editorial genial
además hay muchísimos títulos,
todos ellos buenísimos ¡a mirar!
http://edicionesneutrinos.blogspot.com.ar/2014/05/mi-mente-es-como-un-dj-malo-flavia.html
además hay muchísimos títulos,
todos ellos buenísimos ¡a mirar!
http://edicionesneutrinos.blogspot.com.ar/2014/05/mi-mente-es-como-un-dj-malo-flavia.html
martes, 9 de junio de 2015
Soñé
que íbamos con mis primas a Brasil, no sé a qué parte de Brasil pero era
Brasil. Llegábamos y era una ciudad más o menos lujosa, íbamos a la playa y del
mar salían unos picos montañosos inmensos llenos de nieve. Había un camino para
ir y empezábamos a caminar. También estaba mi tío Eduardo. El camino estaba
lleno de árboles gigantes y de las ramas colgaban osos gordos que se dormían o
se balanceaban, pero eran inofensivos. De repente nos caían víboras de los
árboles y volvíamos a la ciudad corriendo asustadas. No sé cómo llegaba sola a un bazar
muy antiguo, estaba como perdida, y una de las empleadas me ofrecía llevarme al
hotel porque la calle era peligrosa. Me llevaba en su moto que era una
miniatura pero podíamos subir igual perfectamente. Después estaba devuelta en
Mar del Plata, en otro bazar, atendido por el hombre de la dietética. Remataban
por cierre. Ahí me encaprichaba con una lámpara de pie que tenía muchos monos
de cerámica. Obvio que a Rodrigo le parecía una ridiculez, pero yo insistía. Al
final me robaba un portasaumerio con forma de rinoceronte.
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