martes, 30 de mayo de 2017

30 de mayo de 2017

Ayer soñé con una relación larga que tuve, hace varios años ya. En el sueño estábamos en la casa de la familia de mi ex. Como siempre, la madre era una persona desconocida de la calle y creo que estaba limpiando el baño. Era como la situación típica, luego de tener sexo te presentás en el comedor de la casa familiar y todo es más o menos incómodo. Había tristeza en el aire. En un momento este chico me decía: “Si sos una puta, quién va a leer tu poesía?” Yo estaba apoyada en un calefactor y me iba llorando a tomar el colectivo.
Siempre detesté a las familias de los novios, nunca quise ser amiga. De adolescente, cuando llegaba alguien a la casa de mi novio, me escapaba por la ventana y después me negaba a ir a cenar. Siempre nos citábamos en un lugar al que llamábamos “la casucha”, esos lugares que tienen la máquina de cortar pasto y herramientas.  Me daba mucho odio la familia y la pretensión de armar una familia más grande “con todos”.
Con los otros novios no fue muy diferente. Hacía algo muy extraño que era esconderme en su habitación a leer y a mirar canales de cable. Jamás salíamos de la habitación y comíamos ahí escondidos de todo el mundo.  La madre nos golpeaba la puerta en invierno y mi novio de ese momento traía platos humeantes.

Estoy tratando de recordar qué fue lo que me dijo ese día.  Claramente era algo que tenía que ver con una idea: que leían mis poemas para intentar coger o una pavada así. 

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