domingo, 7 de febrero de 2016

El hermano de Martín, que pasea perros, decidió irse a vivir a Florianopolis. Iba a vivir allá seis meses y después iba a venir a buscar a su novia y a sus dos perros. En ese tiempo, se compró una camioneta con plata que había ahorrado y la puso a nombre de una amiga que conoció allá. Su idea: viajar en la camioneta con una pareja de brasileños, para pasar la frontera argentina sin problemas. Buscar a su novia y a los perros y volver para Brasil. El plan estaba saliendo bien, llegaron a Ituzaingó antes de ayer, el hermano de Martín y la pareja, que tiene alrededor de 50 años. Los estaban esperando con una cena en la casa de los padres. Cuando terminaron de comer, el brasileño dijo que quería salir a tomar un poco de aire. A nadie le pareció raro, pero pasaron dos horas y como no volvía se empezaron a preocupar. Al otro día, hicieron la denuncia en la policía. El brasileño salió sin plata, con la tarjeta de crédito de la novia y con los documentos de todos. En medio del misterio, la novia terminó confesando todo. Dijo que su novio fue homeless y borracho, y que ella lo rescató de la calle, que hace cinco años hizo lo mismo y que al final apareció después de veinte días. La cosa es que esta situación los caga a todos y el hermano de Martín dice: “no me importa que este hijo de puta se muera pero que traiga los documentos sino no nos podemos ir”.

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