El hermano de Martín, que pasea perros, decidió irse a vivir
a Florianopolis. Iba a vivir allá seis meses y después iba a venir a buscar a
su novia y a sus dos perros. En ese tiempo, se compró una camioneta con plata
que había ahorrado y la puso a nombre de una amiga que conoció allá. Su idea:
viajar en la camioneta con una pareja de brasileños, para pasar la frontera argentina sin
problemas. Buscar a su novia y a los perros y volver para Brasil. El plan
estaba saliendo bien, llegaron a Ituzaingó antes de ayer, el hermano de Martín
y la pareja, que tiene alrededor de 50 años. Los estaban esperando con una cena
en la casa de los padres. Cuando terminaron de comer, el brasileño dijo que
quería salir a tomar un poco de aire. A nadie le pareció raro, pero pasaron dos
horas y como no volvía se empezaron a preocupar. Al otro día, hicieron la
denuncia en la policía. El brasileño salió sin plata, con la tarjeta de crédito
de la novia y con los documentos de todos. En medio del misterio, la novia
terminó confesando todo. Dijo que su novio fue homeless y borracho, y que ella
lo rescató de la calle, que hace cinco años hizo lo mismo y que al final
apareció después de veinte días. La cosa es que esta situación los caga a todos
y el hermano de Martín dice: “no me importa que este hijo de puta se muera pero
que traiga los documentos sino no nos podemos ir”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario