miércoles, 6 de enero de 2016

Mario Levrero en Correspondencia:

Hay además ciertas expresiones que ubican a uno automáticamente en determinada corriente, le ponen como un sello (y con cierto derecho, ya que fueron acuñadas o distribuidas con por esos mismos intereses). Por ejemplo, aquí se ha usado mucho el término "facho", en las tiendas marxistas, para designar a sus enemigos. El término es tendencioso, obscuro y absolutamente impropio (designaría tanto a Ezra Pound como a los que metieron a E.P. en una jaula; metería en una misma bolsa a Mussolini, el general Perón y a Nixon; es una muestra del sectarismo marxista, y me recuerda al término "goy" con que los judíos designan a todo el que no es judío). Es a estas caídas facilongas en la jerga politicoide de moda a lo que le temo con respecto a su poesía (y hasta con respecto a su pensamiento cotidiano, que puede verse envuelto involuntariamente en la confusión y llevarle a colaborar  indirectamente con lo que no quiere).

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