jueves, 1 de mayo de 2014

01/05/2014 17:40:12


Hoy es el día del trabajador pero no pienso en el trabajo. Ya hace unas semanas vino el hermano de Ro de Italia para casarse con su novio Simone. Ayer fue el casamiento. Varios civiles se desarrollaron durante la mañana. La realidad es que me sentí un poco mal vestida. Sentí que estaba vestida como una señora. No podía dejar de mirar a  una chica estaba vestida un poco puta y me pareció que su look era el mejor: bucaneras, moño, vestido de terciopelo rojo, pelo de colores. Yo pensaba que los casamientos eran más serios. No me di cuenta. Ahora que lo pienso mejor, sentirse bien vestido es una cuestión de confianza en uno mismo y nada más. Ayer a  la noche fuimos a una fiesta con Agustina y su amiga Renata. En el auto fumamos cigarrillos y hablamos sobre la adolescencia, sobre lo que significaba transar. La fiesta era en un lugar que se llama Copa Lange. Un lugar muy feo con patovicas con la cara cortada. Nos pidieron documentos, algo del pasado. Los barman eran mala onda y todo era medio caro. Ya no sé si las cosas son baratas o caras pero salir cuesta una fortuna. Bailamos un rato, había una competencia de baile. Después empezaron a pasar música electrónica muy monótona que solo funciona cuando estás drogado y ni eso. A mí me aburre chan chan chan chan. Me martilla el cerebro. Empezó a caer gente con la cara dura y cortada por la mitad y me dio mucha sensación de suciedad y me quise ir. Hoy a la mañana el día estaba re lindo y salimos a pasear por el puerto. Pasamos a buscar al hermano de ro y al novio que solo habla italiano. Durante el viaje hablamos sobre los tiempos verbales y los idiomas: condicional, pluscuamperfecto. Hay una conversación que no podemos eludir desde que llegaron y que ya me está agotando: el euro y el peso. Acá una tele vale tanto y en Italia vale menos, entonces el sueldo rinde más. Me parece un tema muy abstracto. Cuando opino sobre esas cosas siento que estoy hablando sin pensar. La verdad es que no me interesa el cambio del euro al peso, ni del peso al euro. No creo que vaya a Europa en mucho tiempo. No me importa si las cosas que se venden en mi país son de mala calidad, ya fue eso. Últimamente siento que la ciudad está pasando por un momento de oscuridad, o más bien está como paralizada. A pesar de que el día estuvo lindo, estuve todo el día en casa leyendo, bailando, escribiendo, y jugando con el gato. 

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