viernes, 7 de febrero de 2014

07/02/2014 17:34:27

Hoy me levanté y fui a la librería de enfrente. Me gusta el olor y la limpieza de las librerías. Saqué fotocopias y compré un cuaderno con folios para guardar papeles. La vendedora me preguntó: ¿algo más? Entonces compré dos lápices negros de marca alemana. Cuando estaba cruzando la calle me acordé que me faltaba comprar un sobre papel madera. Volví y pedí el sobre y también compré una tijera marca maped. No pensé en nada. Vi la vitrina de las golosinas pero me abstuve. Salí del local y dije “chau muchas gracias” pero nadie me respondió. El hombre que trabaja en la librería de enfrente siempre tiene mala onda. Se viste igual y es muy parecido físicamente a otro hombre que trabaja en la librería de la facultad. Empiezo a sacar la conclusión de que son hermanos o primos. Ambos trabajan en el mismo rubro, se visten igual, y tienen el mismo carácter. Al medio día mientras almuerzo veo documentales de youtube. Siempre preparo distintos tipos de ensaladas. Hace unas semanas empecé a ver documentales sobre indios: mayas, incas, aztecas. Después empecé a ver documentales sobre la historia de las drogas. Vi un documental sobre un explorador que viajó por Latinoamérica y que vivió con distintas tribus. Comían hongos para establecer contacto con los espíritus de la selva. Me gustaría tener una vida así. Busco los lugares paradisíacos que visita el explorador en Internet y empiezo a pensar de qué modo puedo visitar esos lugares. Guardo una de las imágenes (un volcán enorme y muchas cascadas) y la pongo de fondo de pantalla. A la tarde vino una amiga. Le mostré el fondo de pantalla, le conté del documental, y le dije casi sin pensar que estaba planeando un viaje a la selva de Venezuela. A la noche imaginé que en ese lugar vivían dinosaurios. Es un territorio inaccesible, quizás los dinosaurios estén escondidos en la selva. Cerca del río Orinoco no hay explotación turística. Muchas avionetas que recorren el lugar se pierden y se caen. Hace miles de años que muchas tribus viven ahí sin alterar su modo de vida. Estoy obsesionada con los documentales. Me gusta la manera misteriosa en la que narran las historias y me atrae que todo parezca verdadero. Creo que mi educación consiste en ver documentales. Puedo leer toda la tarde sin retener una oración, sin embargo, no puedo olvidar ningún documental que haya visto.

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