jueves, 16 de enero de 2014
Fui a Córdoba y no me pasó nada interesante
16/01/2014 22:04:02
Fui a Córdoba y no me pasó nada interesante. No vi ovnis ni encontré misterios. Descubrí una planta en el fondo del río y la nombré “planta lechosa”. Vi una hormiga gigante y la nombré “madre hormiga”. A otros bichos que tenían alas les puse “moscogrillos” y “bichos helicóptero”. Vi dos zorros que en la noche revolvían la basura y los llamé pero no quisieron venir. Un día mientras nadaba me di la rodilla contra una piedra gigante y lloré. A los bichos del río que tienen forma de palitos verdes y que cogen todo el día les puse bichos cogedores. Pensé “no soporto la mezquindad de las personas” y “la vida acá se desarrolla muy literal”. Una noche vino una tormenta y me quedé sola en la galería de la casa. Se cortó la luz como en las películas de terror y dije “que aparezcan fantasmas, que aparezcan fantasmas”. Todos los días me acostaba a las 12 abrazada a una cerveza. No sentí culpa de nada y no extrañé a nadie. La felicidad está guardada adentro de una piedra. La felicidad es un rayo que provoca un incendio forestal mientras te protegés de la lluvia abajo de un techo.
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