lunes, 3 de diciembre de 2012


03/12/2012 17:09:46

Ayer, qué día loco ayer. Pelear con mis primas por la autopista y terminar todas llorando. Bajar del auto, tomar un taxi por entre ríos y tener la mala idea de decir: “la concha de la lora qué día” o algo así, y que el taxista me diga: “¿me lo estás diciendo a mí? Porque si me decís eso te bajo del taxi de los pelos”. Señor: ¿es necesario decir algo tan violento como eso en medio de una crisis nerviosa? No pensaba pagarle un centavo, no pensaba pagarle cuando me dijo “no te pienso llevar a ningún lado”. Siempre estoy tomando decisiones incorrectas. Me siento como la perdedora de un juego de televisión, como el juego de Fernando Bravo en los noventa, en el que la gente debía llenar un carrito de supermercado con comida en un tiempo cronometrado. Jugar con el hambre de la gente en plena crisis está mal. Todo el mundo sabe eso, pero tratar mal a una chica sólo porque se le escapó una mala palabra es inconcebible. 

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