No
tendría que haber fumado porro hoy. Ahora no puedo concentrarme en los textos.
Tampoco tendría que haber mirado ese documental sobre los orfanatos chinos. Me
puso muy triste ver eso. Una parte de mí decía “no lo veas” y otra parte decía
“dale mirálo mirálo te gusta mirar esto”.
Ayer vi una película noruega sobre una chica que no podía parar de
masturbarse y me comí un chocolate. Oslo parece una ciudad triste que solamente
está alegre cuando la gente se emborracha. Mientras miraba la película se
produjo un choque en cadena. Sentí pum pum.
Automáticamente agarré la cámara, abrí la ventana y les saqué fotos a
los autos. ¿Qué pensaría la gente si me viera sacar fotos? ¿Qué estoy haciendo?
24 HORAS
AL DÍA pienso en una única cosa: natación. Soy la primera en llegar a la
pileta. Pongo mucho de mí en todos los estilos de nado. Intento ser prolija y
rápida a la vez. En las dos últimas clases fui felicitada por los profesores.
Realmente –dijeron- necesitás buscar nuevos objetivos, piletas más grandes.
Quiero estar en la pileta todo el día, vivir ahí. Antes tenia un amigo que tenía
su habitación en el patio al aire libre, hasta tenía tele.
07/06/2013
17:45:04
Mi casa
está oscura y es otoño. No sé si llamarla “mi casa” porque alquilo. Ayer volvía
caminando del polideportivo y pensaba “qué lindo volver a casa” y después “¿es
mi casa o la casa de otro?” Pero si yo vivo en mi casa, entonces es mi casa.
Hoy nadé
mal espalda. No sé por qué. Hice todos mis esfuerzos, pero mi mente se sentía
torpe. Fue mejor meterse abajo del agua y quedar suspendida por algunos
segundos. En el vestuario hice esfuerzos por mantener una conversación con una
mujer que era trabajadora social. Ella me decía que quería comprarse dos gas
pimienta (uno para el auto, otro para la cartera). El año pasado tenía uno que
me salió 45 pesos, dijo. Yo le contesté que el gas pimienta es muy poderoso,
que parece que no, pero te puede dejar ciego en unos pocos minutos. Y también le pregunté: ¿Qué hiciste con el que
te compraste el año pasado? Sé que fui entrometida porque la mujer se sintió
algo incómoda y cambió de tema. Entonces dije “buen fin de semana” y me fui.